LA TRADICIÓN ORAL DEL ROMANCE EL SUEÑO DE DOÑA ALDA: EDICIÓN INTEGRAL DEL CORPUS DE VERSIONES DEL ARCHIVO MENÉNDEZ PIDAL - GOYRI *


Boletín de la Real Academia Española
[BRAE · Tomo XCVIII · Cuaderno CCCXVIII · Julio-Diciembre de 2018]
http://revistas.rae.es/brae/article/view/262

Resumen: A pesar de que el romance tradicional de El sueño de doña Alda ha sido ampliamente estudiado por su gran importancia dentro de la épica medieval, hasta el momento los investigadores no han tenido fácil acceso al corpus íntegro de sus versiones. Al margen del conocido texto del Cancionero de Romances de Martín Nucio (Amberes, 1550), el Archivo Menéndez Pidal - Goyri atesora treinta y siete versiones, en su mayoría inéditas, procedentes de la tradición oral sefardí. La intención de este artículo es dar a conocer este patrimonio mediante una edición filológica acompañada por observaciones sobre la difusión, las contaminaciones y los pasajes de mayor interés o dificultad.

Palabras clave: Romancero; Poesía tradicional sefardí; Roncesvalles; Doña Alda; Roldán.

THE ORAL TRADITION OF LADY ALDA'S DREAM: COMPLETE EDITION OF THE CORPUS OF VERSIONS OF THE MENÉNDEZ PIDAL - GOYRI ARCHIVE

Abstract: The Spanish traditional ballad of Lady Alda’s Dream has been largely studied due to its important role for understanding Medieval epic poetry. However, the complete corpus of versions has not been available for scholars because of the lack of a critical edition. Apart from the well-known text printed in Martín Nucio’s Cancionero de Romances (Antwerp, 1550), Menéndez Pidal - Goyri Archive holds thirty-seven versions from the modern oral tradition of the Sephardic Jews. This paper aims to make public this cultural heritage by providing a philological edition of these texts with some notes regarding their transmission, the contamination phenomenon and those passages of greatest interest or difficult.

Keywords: Romancero; Traditional; Sephardic balladry; Battle of Roncesvalles; Lady Alda; Roland.


Introducción

Por la capacidad de condensar diversas lecturas, por sus vínculos con las tempranas gestas medievales o simplemente por su sobrecogedora belleza, lo cierto es que el romance de El sueño de doña Alda (igr 0539)1 es uno de los más populares del corpus baladístico sobre la Batalla de Roncesvalles. Derivado en última instancia de la Chanson de Roland del siglo xi a través de una vida textual llena de refundiciones, influencias, divergencias y obras perdidas, que bien detalla Diego Catalán en La épica española. Nueva documentación y nueva evaluación2, este romance nos muestra la ansiosa espera de Alda a que su esposo Roldán vuelva de la guerra, expresada mediante un terrible sueño que da lugar a interpretaciones equívocas y un trágico desenlace. Muchos críticos han analizado desde diversos enfoques este romance3, del que solo conocemos una versión antigua, impresa por primera vez en 1550 en Amberes dentro del Cancionero de Romances de Martín Nucio. Sin embargo, no todos ellos han tenido en cuenta la gran cantidad de testimonios que aun hoy pervive en la tradición oral de los sefardíes –la única de las tradiciones panhispánicas que conserva huellas–, pues no han podido acceder a un corpus más completo que el complejísimo cotejo de una treintena de versiones y la reproducción de seis de ellas en el tercer volumen de Folk Literature of the Sephardic Jews de Armistead y Silverman4. La intención de este artículo, por tanto, es dar a conocer los treinta y siete testimonios sefardíes custodiados en el Archivo del Romancero de la Fundación Ramón Menéndez Pidal, que conforman, hasta el momento, el mayor corpus de versiones del romance. De este modo, se presenta la edición filológica de los documentos, acompañada por aparatos de variantes y, también, escudada por observaciones sobre términos o expresiones de interés o de difícil comprensión y breves notas sobre la difusión geográfica y los fenómenos de contaminación.

Metodología

Para la edición de documentos de procedencia oral de nuestro tiempo y, en este caso, de origen sefardí no existen unos criterios unificados y ampliamente aceptados5. Los editores de la monumental colección Romancero Tradicional de las Lenguas Hispánicas se posicionaron, tiempo atrás, ante este panorama con una metodología ecdótica de respeto al documento original y a la identidad lingüística pero, sobre todo, de respeto por el texto almacenando en la memoria del recitador. Esta idea me parece muy certera y, por ello, tomo como base los criterios empleados por Diego Catalán y Jesús Antonio Cid en el volumen vi de esta colección: Gerineldo, el paje y la infanta6, aunque con ligeras modificaciones, como resumo a continuación.

A pesar de que realizo una normalización de la ortografía y la puntuación de acuerdo a las normas vigentes de la Real Academia Española, esto no implica hacer una normalización lingüística. Pretendo reflejar las peculiaridades lingüísticas de la versión de cada recitador que pueda haber reflejado el colector7, aunque no hago tratamiento especial de los siguientes fenómenos porque los considero habituales en judeoespañol: tanto la distinción entre [] e [y] como el yeísmo, tanto la realización plena de –s y –z finales como su aspiración sorda [h] o sonora[ɧ] o la realización Ø para –d final salvo si la pérdida de consonante afecta a la estructura rítmica mediante sinalefa; por ello, reflejo llevo aunque se pronuncie [yévo], menos aunque sea [ménoh]. No obstante, cuando las consonantes implosivas finales –s, –z, –r, –l y –n se realizan como Ø, las restauro entre corchetes, por ejemplo mi[l], salvo si afectan a la métrica. Actúo de igual forma con la pérdida de la –d– intervocálica excepto si las vocales en contacto se transforman en diptongo y restauro la [y] junto a vocal palatal en casos como donce[ll]as.

En concreto, pretendo evitar que un único fonema de esta variedad lingüística se represente por más de un grafema, a menos que la tradición ortográfica española justifique la dualidad. Considero, entonces, y reflejo mediante b y v la oposición entre /b/ y /v/ de las comunidades sefardíes de Oriente. Reflejo la [ş] judeoespañola como s o, si es intervocálica, ss o, bien, ç de acuerdo a la ortografía española de los siglos xiii a xvi. En otras palabras, empleo las grafías s y ss cuando en el siglo xvi se pronunciaba [] y hoy se escribe s, mientras que utilizo ç cuando se pronunciaba [ş] y hoy se escribe c o z. La llamada s sonora o [z] del judeoespañol la reflejo como s cuando el español antiguo la pronunciaba [ż] o cuando el español moderno y antiguo utiliza s, mientras que la reflejo como z cuando el español del siglo xvi la pronunciaba [z] y el moderno escribe c o z. Reservo la grafía x para la [š] judeoespañola. La [ž] judeoespañola la escribo ģ o ĵ, alternando ambos signos de acuerdo a la ortografía española. La [ǧ] judeoespañola la transcribo con los signos ǧ y ǰ de acuerdo a la ortografía española, tanto si tiene autonomía fonemática como si es una variante posicional de [ž].

Por otra parte, cuando hay omisión de un octosílabo en el documento, intento averiguar si a) se trata de un fallo en la memoria del recitador reconocido conscientemente por él mismo, por lo que se reemplaza por una línea de puntos suspensivos; b) se trata de un error ocasional no consciente por el transmisor, por lo que se marca con una línea de puntos suspensivos entre corchetes; y c) se trata de un verso cojo, memorizado e incorporado con éxito como parte de la versión, por lo que no se reemplaza.

Asimismo, anoto mediante aparato crítico positivo las variantes del texto de un mismo recitador. Especial atención merecen, al respecto, las marcas de om., que refiere omisión, de +, que denota añadido y ...[palabra], en casos como ...a] + y, que indica el lugar anterior al término del inicio de verso.

Finalmente, en relación al orden de las versiones, es necesario separar la tradición oriental de la tradición del norte de África, pues, a pesar de sus convergencias, la distancia geográfica y las diferencias lingüísticas dotan de identidad peculiar a ambas tradiciones. A su vez, se presentan las versiones agrupadas por contaminaciones y, dentro de estos grupos, por motivos o fórmulas comunes que sugieren cierto parentesco, como se detalla en la introducción a cada tradición.

Tradición sefardí del Mediterráneo oriental

Ha llegado hasta nosotros un total de ocho versiones del romance procedentes de la tradición sefardí del Mediterráneo oriental. Parece que todas ellas tienen influencia del romance del Nacimiento de Montesinos (igr 0145), pues comparten el motivo del sueño premonitorio, pero, además, varias sufren otras contaminaciones. Las tres primeras versiones, procedentes de Salónica (1 y 2) y Larisa (3), se contaminan con el romance de Melisenda insomne (igr 0307). Las tres siguientes, de Salónica (4 y 5) y Rodas (6), no sufren ninguna interferencia. La séptima versión, de Salónica, se mezcla con el romance ¿Conde, por qué no casaste? (igr 0819) y la octava, de Rodas, se contamina con el Planto en la matanza (igr 0240).

1

Versión de Salónica (Grecia), sin datos del informante.

Recogida por Yacob Abraham Yoná antes de 1911.

Publicada, originalmente, en aljamía hebraica por Yoná8 y, después, en transcripción semifonética por Armistead, Silverman y Hassán9.

[AMP B 001 0002 0004]10

En París está doña Alda,    la esposica de Rovdale,
2 trezientas damas con ella,    todas son de alto linaĵe:
las çiento eran de Françia    y las çiento de Portugale,
4 las çiento eran de Burlo,    de aque[ll]a noble çivdade.
Non pensés que están de baldes,    que todas ofiçio hazen:
6 las çiento filavan perla    y las çiento oro brocale,
las çiento tañen algüeca    para la donzea velare.
8 Noche buena y noche buena    y noche era de ’namorare,
todas las almas durmiendo,    las que el Dio hay dado en parte.
10 Non durmió la mi Ruzelda,    la hiĵa del emperado[r];
bueltas davan por la cama,    como da el peçe en la mare;
12 echóse de la cama abaĵo    y para ande sus damas andare.
–Si dormís, las mis donze[ll]as    y si dormís, arrecodrares.
14 Del amor del conde Arğile,    non lo puedo somportare.
Todo quen save de amores,    a bien me lo ave de asoltare.
16 Si era muĵer casada,    con su marido la embiare;
si era alguna moça,    yo la devo de casare:
18 la su aĵuar y la mía    y en un día la hay cortare;
si era alguna vieĵa,    yo la tomava por madre.–
20 De ahí saltó una vieĵa    y vieĵa de alto linaĵe.
–En mientres que era moça,    sepás el mundo gozare,
22 que cuando ya vos hazés vieĵa    non vos queren ni los rapanes.

Observaciones: 4a Burlo, deformación de Burgos; 5a están de baldes, ‘estar ocioso’; 6a filavan, ‘hilaban’; 6b oro brocale, entiéndase ‘brocales o ribetes de oro’; 7a algüeca, ‘alboca’, arabismo que designa un instrumento musical hecho con cuernos; 7b donzea, ‘doncella’, reduccción fónica que beneficia el ritmo; 9a Dio hay dado en parte, expresión con el sentido probable de que Dios abarca toda la humanidad; 11a davan, imprecisión, entiéndase ‘dava’; 13b arrecodrares, ‘despertad’; 14b somportare, ‘soportar’; 15b asoltare, ‘interpretar’; 18 la su aĵuar... la hay cortare, sugiere que harían juntos y con rapidez los ajuares de doña Alda y su doncella, sin distinción de rangos; 22b rapanes, ‘rapaces’

2

Versión de Salónica (Grecia), cantada en Nueva York (Nueva York, Estados Unidos) por la señora Moshé.

Recogida por Maír José Benardete entre 1922 y 1923.

Publicada por Armistead y Silverman11.

[AMP B 001 0002 0010]

En París está duña Alda,    la hija del imperalde,
2 con trescientas damas con ella,    todas son de alto linaje.
No vos tomés maravilla,    que todas oficio hazen:
4 las ciento filaban sirma    para duña Alda labrare.
Noche buena, noche buena,    noche era de anamorarse,
6 no durmió la Merizelda,    la hija del imperalde.
De amores del conde Argile,    el su amigo caronale,
8 vueltas daba por la cama    como da el peçe en la mare.
Se echó de la cama abaxo,    como quien se echa en la mare;
10 se echó de la cama abaxo    para sus donzellas andare.
–Si durmís, las mis donzellas,    si durmís, arrecordarme.–
12 Todas callaron a una,    ninguna respuesta hay dare.
–Un esfueño m’ hay soñado,    en bien me lo hay de soltare.–
14 Allí se topó una vieja,    vieja de antigüedade.
–Digás el esfueño, señora,    yo vo[s] lo hay de soltare.
16 –Yo por los campos d’ Alsume,    una galza vide volare.
–La galza sos vos, mi señora,    y el conde vuestro amigo caronale.
18 Andavos para la casa,    para la casa d’anxugare,
a meter vos camisa de seda,    sirma y perla al caveçale.–
20 Ya se hue la Merizelda,    para la caxa d’ anxuare,
a meterse camisa de seda,    sirma y perla y caveçale.
22 Cien damas se la lavraron    a la orilla de la mare
y otras cien se la cusieron    mañanica de San Juare
24 y las otras cien iban con ella,    la iyan acompañare.

Observaciones: 1a duña, sic; 3a No vos tomes maravilla, ‘no os sorprendáis’; 4a sirma, ‘hilo de oro’; 4b para duña Alda labrare, entiéndase ‘para labrárselo a doña Alda’; 7b caronale, ‘carnal’ o ‘cercano’; 13a esfueño, ‘sueño’; 14a topó, ‘acercó’; 16b galza, ‘garza’; 18b anxugare, deformación de ajuar; 20a hue, ‘fue’; 20b anxuare, otra deformación de ajuar; 23b Juare, sic; 24b iyan, ‘iban’

3

Versión de Larissa (Grecia), cantada por Vida de Albalansí, 74 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1911.

[AMP B 001 0002 0012]

En París está doña Alda,    la esposica del Roldar,
2 trescientas damas con ella,    todas son de alto linaĵe:
las ciento visten de Francia,    las ciento de Portugale,
4 las ciento visten de Burgo[s],    aquella noble ciudade.
No pensés que están de baldes,    que todas su oficio hazen:
6 las ciento filan el oro,    las ciento texen sandale,
las ciento tañen vihuela    para doña Alda folgare.
8 Doña Alda, con grande vicio,    mal adormecida cae.
Tres días con las sus noches    no hubo para despertare;
10 al cabo de los tres días,    despertó con pavor grande.
Se echó de la cama abaxo,    como quien se echa en la mare.
12 –Si dormís, las mis donzellas,    si dormís vos, despertadvos.
Esfueño me hay soñado,    en bien me hais de assoltare.
14 Si me lo assolta vieĵa,    yo la tomaré por madre;
si me lo assolta casada,    con su marido la mando;
16 si me lo assolta moza,    yo la tengo que casare:
su axugar con la mía    en un bastidor se labrare.–
18 De allí saltó una vieĵa,    vieĵa es de altas edades:
–Contesme, la doña Alda,    el esfueño que vos soñates.
20 –Allá en los campos de Alzuma,    una garza vide volare.
De su boca echaba fuego,    de sus alas alquitrane.
22 La garza cayó cansada,    en halda del moro cae.
–Ese esfueño, la doña Alda,    para vos assemeyante.
24 Hasta aquí eras manceba,    sepas el tiempo gozare:
cuando ya vos hazés vieĵa,    no vos quiere ni los rapaces.
26 Por mí la dixo, mezquina,    cuando era de vuestra edade,
corrían reyes y duques    para mi cara mirare;
28 agora por mis pecados    ni los perros de la calle.

Observaciones: 6b sandale, literalmente ‘sandalias’, presencia motivada por la similitud con cendal; 9b no hubo para despertare, entiéndase que no fueron suficientes noches para que despertara; 17a su axugar... bastidor se labrare, entiéndase que el ajuar de ambas se hará igual, sin diferencias sociales; 22b halda, ‘regazo del vestido’; 23b para vos assemeyante, ‘se parece a vos’; 25b quiere, imprecisión, entiéndase ‘quieren’; 26a Por mí la dixo mezquina, entiéndase ‘Por mí lo digo, mezquina’ o ‘Lo digo por mí, con tristeza’

4

Versión de Salónica (Grecia), sin datos del informante.

Recogida por Yacob Abraham Yoná antes de 1908 e incorporada a la colección de Manuel Manrique de Lara en 1911.

Publicada, originalmente, en aljamía hebraica por Yoná12, después, con variantes, por Attias13 y, finalmente, en transcripción semifonética, por Armistead y Silverman14.

[AMP B 001 0002 0006-7]

En París está doña Alda,    la esposica de Rondale,
2 trescientas damas con ella,    que todas son de alto linaĵe:
las ciento eran de Burgos    y las ciento de Portugale,
4 las ciento eran de Francia,    la ciudad de gran corale.
Non pensés que están de baldes,    que todas ofizio hazen:
6 las ciento filaban perla    y las ciento texen cardale,
las ciento tañen vihuela    para doña Alda folgare
8 y doña Alda, con grande vicio,    mal adormecida cae.
Tres días con las tres noches    non le hubo arrefolgare;
10 a la fin de las tres noches,    se despertó con pavor grande.
–Venid aquí, mis donzellas,    las que en mi comande estares.
12 Esfueño soñé, donzellas,    en bien me los assoltares.
Si era moza soltera,    yo la debo de casare;
14 si tal era casada,    ande su marido andare.
Mas si quemaban castillos,    me se quemaban ciudades,
16 se les quemaban las barbas    y la corona reale.

Variantes de Attias: 1b Rondale] Rovdale 2b que] om. 4b ciudad de] cibdad del 5a Non] No pensés] penséis 6a filaban perla] molían oro 6b y] om. cardale] cendale 7a tañen vihuela] filaban perla 7b folgare] afeitare 8b mal] más cae] caye 9b non] no le] om. arrefolgare] arrecodrare 11b estares] estareis 12a soñé] soñí 12b los assoltares] los ha soltareis 15a Mas si] Me se 15b ciudades] cibdades

Observaciones: 4b gran corale, sentido difícil, puede referirse al color rojo puro de la ciudad; 6b cardale, proviene de cardar, ‘preparar con la carda o el cepillo un tejido para el hilado’; 9b arrefolgare, ‘reposar’; 11b mi comande, entiéndase ‘bajo mi mando’

5

Versión de Salónica (Grecia), cantada por Esther Matalón, 42 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1911.

[AMP B 001 0002 0008-9]

En París está doña Alda,    la hija del emperador,
2 trescientas damas con ella,    todas van barabar:
las ciento eran de Francia,    las ciento de Portugal,
4 ciento eran de Granada,    de aquella noble ciudad.

Observaciones: 2b van barabar, entiéndase ‘están juntas’

6

Versión de Rodas (Grecia), cantada por Paloma Berahamim, 50 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1911 con notación musical.

[AMP B 001 0002 0013]

–Un esfueño soñé, madre,    en bien me lo habés soltare.
2 En el portal de la puerta,    vido su negra señale.
Eché los ojos al cielo,    vide volar al gavilane.
4 De su boca echa fuego,    de sus pies echa alquitrane.
Las alas que le aventan    para el fuego exleare;
6 las plumas que le caen,    se le entiña su portale.

Observaciones: 2b vido, ‘vide’; 5a aventan, ‘dan viento’; 5b exleare, probablemente ‘acelerar’ con el sentido de ‘avivar’; entiña su portale, entiéndase que las plumas que caen están llenas de sangre y, así, manchan el portal o la puerta de la protagonista

7

Versión de Salónica (Grecia), sin datos del informante.

Recogida por Isaac Bohor Amaradjí en 1860 e incorporada a la colección de Manuel Manrique de Lara en 1911.

[AMP B 001 0002 0044]

–Un esfueño me soñé, condesa,    en bien me lo hades de asoltare,
2 que me se quemaban las villas,    las villas y las ciudades,
me se quemaban los bienes,    también la buena ğente.–
4 Respondióle la condesa    de altas torres de allá arriba:
–¿Conde, por qué no casares?    
6 Casarés si el Dio[s] quiere,    casarés si a Él le plaze,
tomarás muĵer chiquita,    chiquita y de poca edade;
8 quira sea de los años    y del entendimiento grande,
alta sea sin chapines    y hermosa sin afeitare;
10 los hiĵos que ella pariera    asemeĵen a su madre,
un poco más, un poco menos,    asemeĵen a su padre.
12 –¡Ah! Yo casaré si el Dio[s] quiere,    casaré si el Todo Poderos le plaze.
–Esta condesa, el buen conde,    en las mis cortes estaba.
14 La Lorencia tenía por nombre,    la Lorencia por voluntade.

Observaciones: 6a Casarés, ‘casaréis’; 8a quira, entiéndase ‘quiera’; 9a chapines, ‘zapatos de charol de noche’; 12b el, imprecisión, entiéndase ‘al’

8

Versión de Rodas (Grecia), cantada por Bolisa de Jacob Israel.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1911.

[AMP B 001 0002 0045]

–Volando estaba la garza,    detrás vola el gavilán.
2 De su boca echa fuego,    de sus alas alquitrane,
de las alas abentaba    el fuego axelear,
4 de las plumas que caían    se le entiñó su portale.–
Está en una balsa con Florida    mirando los campos vedran,
6 cómo las enflorece el sol,    mirando la mar salada,
cómo puĵa la mañana    y mengua la medio día,
8 mirando caras pintadas    cómo están empudreciendo:
a aquel le cae la barba    e aquel le cae el cabello,
10 a aquel le cae el mostacho;    
mirando madres amargas    que por ellos van llorando y van diçiendo,
12 mirando muĵeres mancebas    cómo se matan por ellos.

Observaciones: 3 abentaba el fuego axelear, de nuevo con el sentido de ‘avivar el fuego’; 5b vedran, probablemente de vedror, ‘verdor’

Tradición sefardí del norte de África

Se ha recogido un total de veintinueve versiones del romance procedentes de la tradición sefardí del norte de África, concretamente de Tánger, Tetuán, Larache y Alcazarquivir. Trece de ellas –los números del 1 al 13– no presentan contaminaciones, salvo los dos últimos versos de la novena, amalgamados como epílogo, que pertenecen al romance ¿Cómo no cantáis, la bella? (igr 0098). Cinco versiones –desde la 14 a la 18– se contaminan, hacia el final, con el romance de La pérdida de don Beltrán (igr 0150). Estos mismos versos aparecen, también, en la mayoría de versiones contaminadas con el romance del Cautiverio de Guarinos (igr 0223), que se encuentran entre los números 19 y 29; concretamente las que presentan ambas contaminaciones son los números 19 y 20 y desde el 23 al 27. Por otra parte, en esta tradición, los versos «Con ciento de sus donzellas» y «Recordó despavorida / con un favor atán grande» se insertan en algunas versiones de los romances Paris y Elena (igr 0043) y Flérida y don Duardos (igr 0431).15

1

Versión de Tánger (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por José Benoliel entre 1904 y 1906.

[AMP B 001 0002 0014]

De París era doña Alda,    la esposica de Roldane,
2 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje:
las ciento eran de Francia,    las ciento de Portugale,
4 las ciento de París,    de París y naturale.
Las ciento filaban oro,    las ciento texen cendale,
6 las ciento tañen torneos    para doña Alda folgare.
Al son de los cien torneos,    doña Alda folgada estare.
8 Acordó despavorida,    con un pavor atán grande.
–Un sueño soñé, mis dueñas.    ¿Cuál en bien me lo solvadis?
10 La que bien me lo solviere,    buen marido la he de dar;
darla he cien marcos de oro    y otros tantos de axuare.
12 La que mal me lo solviere,    matarla he con mi puñale.–
Todas dicen a una boca:    –Bien será y bien se hará.
14 Vendrá Roldán de las guerras    y ricas bodas hará armare.
–En esa sala de arriba,    negra garza vi volar.
16 Las alas tiene quebradas,    de su pico corre sangre
y un gavilán detrás de ella    que la quería matare.
18 –Las plumas, la mi señora,    son aves que hais de matare;
la sangre, la mi señora,    esa es vuestra libertade.
20 Vendrá Roldán de las guerras,    ricas bodas hará armare.–
Ellos en estas palabras,    un paje entró por la calle.
22 –¿Qué novedad tú me traes    de mi esposico Roldane?
–La novedad que vos traigo    no vos la quisiera dare.
24 Le ha matado un oficiale    por valiente y liberale.–
Como eso oyera doña Alda,    muerta quedó en el lugare.

Notas del colector: Creo que algunos versos se han perdido, principalmente en la narración del sueño, así como en su interpretación, pues ni Alda habla de plumas ni a las alas se refieren las doncellas, como igualmente hacen omisión del gavilán, lo que no es natural en este género de composiciones; 1b «esposica» es la novia apalabrada; 2b «linaje» es asonante de Roldán, porque se decía y aun se canta «Roldane», «Portugale», «naturale», etcétera; 4 [yo diría:] «las ciento eran de París, de París son naturales»; 5b «texen», la x a la portuguesa o sea como eh francesa; 7b «folgada», ‘dormida’; 8 yo diría: «Acordó sobresaltada y con pavura muy grande» [o] «con sobresalto tan grande» o «y con pavura tan grande»; 9b «solvadis», sic; 15 [yo diría:] «Bien será, bien y no male»; 21b [yo diría:] «en la sala entraba un paje»; 24 Este oficial me parece ocultar algo otro; yo diría: «Le han matado en Roncesvalles por valiente y liberale»

Observaciones: 6a torneos, ‘danzas’; 8b atán, probable epéntesis de tan; 9b solvadis, ‘resolver’

2

Versión de Tánger (Marruecos), cantada por Hanna Bennaim, 70 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1915.

[AMP B 001 0002 0017]

En París está doña Alda,    la esposa de don Rondare,
2 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje.
Las ciento filaban oro,    las ciento tejen sedales,
4 las ciento tañen torneos    para doña Alda folgare.
Al son de los dulces juegos,    doña Alda dormida estare.
6 Recordó despavorida    con un pavor atán grande.
–Un sueño soñé, mis dueñas.    ¿Cuál en bien me ensueñareis?
8 La que bien me la ensueñare,    buen marido la he de dare;
la que no me lo ensoñuere,    matarla con mi puñale.–
10 Todas dizen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
Vendrá Rondar de la guerra,    ricas fiestas querrá armare.
12 –Por aquel xaral de arriba,    galza negra vide assomare.
De sus alas tira plumas,    de su pico corre sangre.
14 La galza por guarecerse    entróse tras de mi briale.–
Todas dizen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
16 Vendrá Rondar de la guerra,    ricas fiestas querrá armare.
Las plumas, la mi señora,    son las aves que matare;
18 la sangre, la mi señora,    vino que han de convidare.–
Ellos en estas palabras,    a la puerta picó un paje.
20 –¿Qué nuevas me traes, paje,    de mi esposo don Rondare?
–Las nuevas que yo te traigo    no te las quisiera dare.
22 En los campos de la guerra,    mataron a don Rondare;
siete puñaladas trae    alderredor del collare.–
24 Como eso oyera doña Alda,    muerta quedó en el lugare.

Observaciones: 7b ensueñareis, entiéndase ‘resolverá’; 8a la, entiéndase ‘lo’; 23b alderredor, sic; collare, en el sentido de ‘cuello’

3

Versión de Tetuán (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Eugenio Silvela entre 1905 y 1906.

[AMP B 001 0002 0021]

De París salió doña Alda,    mi esposica de Rondale,
2 treçientas damas con ella,    todas de alto linaje:
las çientos eran de Francia,    las çientos de Portugale.
4 Las çientos filaban oro    y las çientos tejen çendales,
las çientos tañen torneo    para doña Alda folgare.
6 Al son de los çien torneos,    doña Alda dormida estare.
Recordé disfavoridas    en un favoria tan grande.
8 –Un sueño soñí, mis damas,    un sueño de bien soñare.
La que bien me le ensuelvare,    buen marida la de dare;
10 la que mal me le ensuelvare,    matarla con mi puñale.–
Todas dicen a una boca:    –Bien será y bien se harade.
12 –Por aquel xaral de arriba,    galça vide revolvare.
De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre.
14 –Bien será y bien se harade.    
Vendrá Rondal de las guerras,    ricas bodas se haçen.
16 Las plumas, la mi señora,    gente que con él nos trae;
la sangre, la mi señora,    esa es nuestra libertade.–
18 Todas dicen a una boca:    –Bien será y bien se harade.–
Ellas en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
20 –¿Qué nuevas la traes, paje,    de su esposo don Rondales?
–La nueva que yo la traigo    no se la quisiera dare.
22 Uma Rondale en la guerra    muerto quedó en el lugare.–
Como eso oyó doña Alda,    se fue por los anduviares.
24 No son tres días pasados,    muerta quedó en el lugare.

Observaciones: 1b mi esposica, incoherencia, entiéndase ‘la esposica’; 7a Recordé, entiéndase ‘Recordó’; disfavoridas, confusión de número, significa ‘contrariada’; 7b favoria, imprecisión, entiéndase ‘desagrado’; 9b marida la de, sic, omisión del verbo ‘he’; 11b harade, ‘hará’; 12b revolvare, ‘revolar’; 19b bate, ‘llama’; 20a la, sic; 21a la, sic; 22a Uma, sin significado, entiéndase ‘Iba’; 23b anduviares, entiéndase que se marchó andando atropelladamente

4

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada por Luna Benaim.

Recogida por la familia Boaknín de Benitah cerca de 1926.

Conservada en el Cuaderno de Luna Benaim16 y publicada por Anahory-Librowicz17.

[AMP B 001 0002 0025-26]

De París salió don Jarda,    esposica y Rondales,
2 treçientas damas con ellas,    todas de alto y buen linaje.
Las cientos filaban oro,    las cientos tejen sandales,
4 las cientos tañen torneo    para don Jarda folgare.
En mitad del dulce sueño,    don Jarda que recordare;
6 recordeis despavorida    con un favor ya tan grande.
–Un sueño soñé, mis dueñas.    ¿A quién bien me le çertare?
8 El que bien me le açertare,    buen marido la ha de dare
y el que no me le acertare    matarle con mi puñale.–
10 Todas diçen a una boca:    –Bien sea y bien sea dare.
–Por aquel jarab de arriba,    un paje vidi asomarse.
12 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre;
un gavilán detrás de él    que le quería caçare.
14 –El gavilán, mi señora,    la esposa de don Rondale;
las plumas, la mi señora,    las aves que has de matare;
16 la sangre, la mi señora,    el vino que abotillares.–
Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
18 –¿Qué nuevas la traes, paje,    u qué nuevas vais a dare?
–Las nuevas que yo te traigo    no te las quisiera dare,
20 que en las guerras del León    mataron a don Rondale.–
Como esto oyera la reina,    muerta al suelo se cae.

Observaciones: 1a don Jarda, deformación de doña Alda; 1b y, entiéndase ‘de’; 2a ellas, imprecisión de número; 6b favor, probable confusión con pavor; 7b çertare, de acertar; 8b ha, sic; 10b sea dare, probable confusión con se hagade, ‘se haga’; 11a jarab, entiéndase ‘jaral’; 11b paje, confusión con el ave; 16b abotillares, derivación de botillería, ‘tienda donde se venden bebidas’

5

Versión de Tetuán (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Arcadio de Larrea Palacín en 1950 con notación musical.

Publicada por Larrea Palacín18.

[AMP B 001 0002 0028]

En París está doña Alda,    esposita de Roldane,
2 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje.
Las cien tejían oro,    las cien tejen sedale,
4 las cien tañen torneos    para doña Alda folgare.
Al fin, con los distrumentos,    doña Alda vencida cae;
6 recordó desfavorida    con un favor ya tan grande.
–Un sueño soñí, mis damas.    ¿Quién en bien me lo soltare?
8 Quien en bien me lo soltare    cae buen marido la hay dare,
buena dote y ajuare;    
10 quien en mal me soltare,    matarle he con mi puñale.–
Todas dicen a una voz:    –Bien sea y se hagada.
12 –Que en aquel xaral de arriba,    garza negra vi volare;
un gavilán detrás de ella    que la quería cazare.
14 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre.
–La garza es, la mi señora,    gente que trae Rondale;
16 las plumas, la mi señora,    aves que habían que matare;
la sangre, la mi señora,    vino que había de escaziare.–
18 Ellos en estas palabras,    a su puerta ficó una paje.
–¿Qué nuevas me traes, paje,    de mi esposito Rondale?
20 –Las nuevas que yo te traigo    no te las quisiera dare,
que en las guerras de Amendosa    mataron al conde Rondale.
22 Yo le vi, la mi señora,    echado en la arenare;
tres puñaladitas tenía    alrededor del collare;
24 por una le entra el sol,    por otra el sol y lunare;
por la más chiquita de ellas    entra y sale un gavilane;
26 entra y sale un gavilane,    no le hace ningún male.

Nota del colector: Se canta a seguido del número 26 [Rapto de Elena] y pertenece al ciclo de Roldán.

Observaciones: 5a distrumentos, ‘instrumentos’; 8b cae, sic; 11b hagada, sic; 16b que, entiéndase ‘de’; 18b ficó, ‘quedó’, entiéndase ‘se aproximó’; una, sic; 22b arenare, ‘arenal’; 24b y lunare, entiéndase ‘y la luna’

6

Versión de Larache (Marruecos), recitada en Tetuán (Marruecos) por Celia Benchabo de Oziel.

Recogida por Samuel Fereres el 8 de julio de 1966 e incorporada a la colección de Samuel G. Armistead y Joseph H. Silverman el 17 de agosto de 1966.

Publicada por Armistead y Silverman19.

[AMP B 001 0002 0035]

En París está doña Alda,    desposica de Rondale,
2 treçientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje.
Las çiento tejían seda,    las çiento tejen sedale,
4 las çiento tañen torneos    para doña Alda forgare.
Recordó despavorida    con un pavor ya tan grande.
6 –Mis damas, soñaba ’n sueño.–    Todas diçen: –Bien vengare.
–La que bien me le fuyera,    un novio yo la he de dare
8 y la que no me le fuyere,    la mato con mi puñal.
En aquel xaral de arriba    vi una garça volare.
10 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre.
–La sangre, la mi señora,    esa es vuestra lealtade;
12 las plumas, la mi señora,    las aves que ha de matare.–
Ellos en estas palabras,    a la puerta un paje bate.
14 –¿Qué abriçias me traes, paje,    de mi esposo don Rondale?
–Las albriçias que yo traigo    no te las quisiera dare.
16 En las guerras de Almería,    mataron a don Rondale;
siete puñaladas tiene    alrededor del collare;
18 por la más chiquita de ellas,    entra y sale un gavilane.–
Como eso oyera doña Alda,    muerta en el suelo se queda.

Observaciones: 1b desposica, ‘esposita’; 4b forgare, sic; 6b Bien vengare, expresión que anima a contar el sueño; 7a fuyera, literalmente ‘huyera’ o ‘espantara’

7

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada en Gilo (Jerusalén, Israel) por Rahel Serruya, 77 años.

Recogida por Samuel G. Armistead y Reginetta Haboucha el 15 de julio de 1978.

[AMP B 001 0002 0034]

En París está doña Alda,    esposita de Roldane,
2 treçientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje.
Las çien tejían oro,    las çien tejen sedale,
4 las çien tañen torneos    para doña Alda forgare.
Al fin, con los istrumentos,    doña Alda vençida cae.
6 Recordó despavoridilla,    con un favor ya tan grande.
–Un sueño soñí...    

8

Versión de Alcazarquivir (Marruecos), cantada por Estrella Benchimul, 26 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1916.

[AMP B 001 0002 0039]

En París está doña Alba,    la novita de Rondale.
2 Doscientas texían oro,    doscientas texen sedale,
doscientas tañen sonajas    para doña Alba folgare.
4 –Anoche, las mis señoras,    un sueño había soñare.
La que me le sufiere,    buen novio la he de de dare
6 y la que no me le sufiere,    con mi puñale le dare.
Yo durmiendo en la mi cama,    un cuervo vi volare.
8 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre.–
Todas ellas a una boca:   –Bien sea y bien se hagade.
10 La sangre es, mi señora,    sangre de tu nobledade
y las plumas son, mi señora,    aves que vais a matare.–
12 Ellas en esas palabras    y un paje a la puerta bate.
–¿Qué noticias traes, paje?    ¿Qué noticias tú me traes?
14 –La noticia que traería    no te la quissiera dare.
Ya se ha muerto el jovencito    en las guerras, el Rondale.–
16 De sus cabellos gortaba    y en las murallas se daba.

Observaciones: 1b novita, diminutivo de novia; 3a sonajas, ‘instrumento rústico hecho con chapas de metal’; 5a sufiere, ‘resolviera’; 10b nobledade, ‘nobleza’; 16a gortaba, probablemente ‘cortaba’; 16b en las murallas se daba, podría interpretarse como suicidio

9

Versión de Alcazarquivir (Marruecos), cantada por Simi Bendayán, 59 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1916.

[AMP B 001 0002 0038]

En París está doña Alda,    la esposica de Rondales,
2 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje:
las cientos son de París,    las cientos de Portugale,
4 las cientos de Francia    para doña Alda folgare.
Las ciento tañen torneos,    las cientos texen cendales.
6 Recordó despavorida    con un pavor atán grande.
–Mis damas, soñaba un sueño.    
8 La que bien me le influyera    buen novio yo le buscare;
la que no me le influyere    mataría con mi puñale.–
10 Todas dicen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
–En aquel xaral de arriba    he visto una galza volare.
12 De sus alas caen plumas    de su pico corre sangre.
–Las plumas, la mi señora,    las aves que ha de matare;
14 la sangre, la mi señora,    esa es su leadade.–
Estos en estas palabras,    paje a la puerta picare.
16 –¿Quién es ese? ¿Cuál es ese    que a mi puerta llamare?
–Yo soy un pajecito    que noticias le traere.
18 –¿Qué noticia traes, paje,    de mi conde don Grismale?
–Las noticias que yo traigo    no se las quisiera dare.
20 En los campos de Almería,    mataron a don Grismale.–
Como eso oyó doña Alda,    muerta y al suelo se cae.
22 –¿Por qué no cantáis, fortuna?    ¿Por qué no cantáis, mi mal?
Desterrado de mis tierras    del reino de Portugal.

Observaciones: 8a influyera, probable deformación de huyera; 14b leadade, ‘lealtad’; 18b Grismale, confusión del nombre del protagonista

10

Versión de Alcazarquivir (Marruecos), cantada por Ester Aragonés Emergui, 40 años.

Recogida por Samuel G. Armistead y Joseph H. Silverman el 4 de septiembre de 1962.

Publicada por Armistead y Silverman20.

[AMP B 001 0002 0041]

En París está doña Alda,    esposica de Rondale,
2 treçientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje.
Treçientas tocan tambores,    treçientas tejen çendale.
4 –Mis damas, soñaba un sueño.    ¿La qué bien me le enfluyere?
La que bien me le enfluyere,    buen novio la he de dare;
6 la que mal me le enfluyere,    la mato con mi puñale.–
Todas diçen a una voz:    –Bien sea y bien se hagale.
8 –Y en aquel xaral de arriba,    vidi a una galza volare.
De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre.
10 –Las plumas, la mi señora,    son aves que has de matare.
La sangre, la mi señora,    esa e[s] vuestra moçedade.–
12 Ellos en estas palabras    y a la puerta bate un paje.
–¿Qué notiçias traes, paje,    de mi esposo don Rondale?
14 –Las notiçias que yo traigo    no te las quisiera dare.
Y en la guerra de Almería,    mataron a don Rondale;
16 siete puñaladas tiene    alrededor del collare;
por la más chiquita de ellas    entra un gavilán y sale.–
18 Como se oyera doña Alda,    muerta cae en el instante.

Observaciones: 4b enfluyere, probable deformación de huyera; 18a se, sic

11

Versión de Alcazarquivir (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Juan Martínez Ruiz antes de 1963.

Publicada por Martínez Ruiz21.

[AMP B 001 0002 0040]

En París está doña Alda,    esposa de don Roldane,
2 treçientas damas con ella,    todas de alto y buen xixare.
Las çien texían seda,    las çien texían sedales,
4 treçientas tañen toledas    para doña Alda folgare.
–Mis damas, soñí un sueño    y un sueño que yo soñare.
6 La que bien me lo fluyere    un novio la he de mercare
y la que no me lo fluyere    la mato con mi puñale.–
8 Todas diçen a una voz:    –Bien sea y bien se hagare.
–En aquel xaral d’ arriba,    vi una garça volare.
10 De sus plumas caen plumas,    de su boca corre sangre.–
Ellos en estas palabras    y a la puerta un pale bate.
12 –Las notiçias que yo traya    no se las quisiera dare.
En las guerras de Almedia,    mataron a don Roldane;
14 siete puñaladas tiene    aderredor del collare;
en la más chiquita de ellas    entra un gavilán y sale.–
16 Como eso oyera doña Alda,    muerta quedó en el luguare.

Observaciones: 2b xixare, deformación de linaje; 4a toledas, probable deformación de torneos; 6a fluyere, probable deformación de huyera; 6b mercare, literalmente ‘comprar’; 11b pale, sic; 16b luguare, sic

12

Versión sin lugar preciso (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Paul Bénichou antes de 1946.

Publicada por Bénichou22.

[AMP B 001 0002 0042]

En París está doña Alda,    la esposica de Rondale,
2 treçientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje:
las çiento eran de Françia,    las çiento de Portogale,
4 las çiento eran de París,    de París la naturale.
Las çiento hilaban oro,    las çiento tejen sedale,
6 las çiento tañen torneos    para doña Alda folgare.
Al son de los estrumentos,    doña Alda dormida cae.
8 Recordó despavorida    con un pavor ya tan grande.
–Un sueño soñí, mis dueñas,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
10 La que bien me le soltare,    buen marido la he de dare;
la que no me le soltare,    matarla con mi puñale.–
12 Todas responden a una:    –Bien será y bien se harale.
–En aquel xaral de arriba,    un ave vidi volare.
14 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre;
un gavilán detrás de ella    que la quería matare.
16 –Las plumas, la mi señora,    aves que vais a matare.
Vendrá Rondal de la guerra,    bodas son que vais a armare.
18 La sangre, la mi señora,    será vuestro caronale.–
Ellas en esas palabras,    un paje a la puerta bate.
20 –¿Qué albriçias me traes, paje,    de mi esposo don Rondale?
–Las albriçias que te traigo    no te las quisera dare,
22 que en las guerras de León    mataron a don Rondale.

Observaciones: 3b Portogale, sic; 7a estrumentos, sic; 18b caronale, en el sentido de ‘pariente’

13

Versión sin lugar preciso (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Samuel G. Armistead, sin fecha.

[AMP B 001 0002 0043]

En París está doña Alda,    desposica de Rondales,
2 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje:
las ciento eran de París,    las ciento de Portugal,
4 las ciento eran de Francia,    de Francia eran natural.
Las ciento tejían seda,    las ciento tejen cendales,
6 las ciento tañen tornero    para doña Alda holgare.
–Mis damas, soñí un sueño.    
8 La que mi bien me le influyere,    buen novio la he de dare;
la que mal me le influyere,    le mataré con mi puñale.
10 En aquel tejar de arriba,    vi una paloma volare.
De sus alas caen plumas    y de su pico cae sangre.
12 –Las plumas, la mi señora,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
la sangre, la mi señora,    es la de vuestra realdade.–
14 Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
–¿Qué albricias traes, paje,    de mi novio don Rondale?
16 –Las albricias que yo traigo    no se las quisiera dare.
En los campos de Almería,    mataron a don Rondale;
18 siete puñaladas tiene    alrededor del collare;
por la más chiquita de ellas    entra y sale un gavilane.–
20 Como eso oyera doña Alda,    muerta en el suelo se cae.

Observaciones: 4b natural, imprecisión de número en beneficio del ritmo; 6a tornero, literalmente estaría relacionado con torno aunque es seguro deformación de torneos; 10a tejar, literalmente ‘fábrica de tejas y adobes’ aunque es probable deformación de jaral; 13b realdade, ‘realeza’

14

Versión de Tánger (Marruecos), cantada por Estrella Cohen de Benaroux, 50 años, y Messodi Ossiel, 37 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1915 con notación musical.

[AMP B 001 0002 0019]

En París está doña Alda,    la esposica de Rondale,
2 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje:
las ciento eran de Francia,    las ciento de Portugale,
4 las ciento eran de París,    de París naturale.
Las ciento hilaban oro,    las ciento texen sedale,
6 las ciento tañen torneos    para doña Alda folgare
y al son de los sus torneos    doña Alda dormida yace.
8 Recordó despavorida    con un pavor ya tan grande.
–Un sueño soñé, mis damas.    ¿Quién en bien me le ensoltare?
10 Quien en bien me le ensoltare,    buen marido le he de dare
y quien no me le ensoltare,    matarla con mi puñale.–
12 Todas dizen a una voz:    
–Bien será, la mi señora,    bien será y bien se hagades.
14 –Por ese xaral de arriba,    una garza vi volare.
De sus alas caen plumas,    de su pico sale sangre;
16 corre un gavilán tras de ella    que las quería cazare.
La garza por guarecerse    entrádose a mi briale.–
18 Todas dicen a una boca:    –Bien será y bien se hagades.
La galza, la mi señora,    es su esposito Rondale;
20 las plumas, la mi señora,    la gente que con él trae;
la sangre, la mi señora,    vino que hais de convidare.
22 Vendrá Rondal de las guerras,    las ricas bodas se hacen.–
Ellos en estas palabras,    un paje en la puerta bate.
24 –¿Qué albricias me traes, paje,    de mi esposo don Rondale?
–Albricias traigo, señora,    no vos las quisiera dare,
26 que en las guerras del León    mantaron a don Rondale;
siete puñaladas tiene    enderredor del collare.
28 Por la más chiquita de ellas,    entra y sale un gavilane,
con las sus alas abiertas,    no le hace ningún male.–
30 Maldiziendo iba en el vino,    bendiziendo iba en el pane,
maldiziendo va en la madre    que tan solo un hijo pare,
32 que cuando le matan moros    no hay quien le va a buscare.
Como esto oyó doña Alda,    muerta quedó en el lugare.

Variantes: 5b sedale] cendale 7b dormida] vencida 11a y quien no] quien en mal 14b garza] galza 17a garza] galza 21b vino... convidare] aves que habéis de matare 32b le... buscare] vaya en su busquedade

Observaciones: 16b las, sic; 21b hais, ‘habéis’; 26b mantaron, sic

15

Versión de Tánger (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Zarita Nahón en 1929.

Publicada por Armistead y Silverman23.

[AMP B 001 0002 0020]

París está doña Alba,    esposica de Rondare,
2 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaĵe:
las ciento eran de Francia,    las ciento de Portugale,
4 las ciento eran de París,    de París de naturale.
Las ciento bordaban en seda,    las ciento texían en oro,
6 las ciento tocan çendale    para doña Alda forgare.
Recordó despavorida    con un pavor ya tan grande.
8 –Un sueño, mis damas,    un sueño gran soñaría.
Todo el que me le sortare,    dote y novio la he de dare;
10 la que no me le sortare,    matarla con mi puñale.–
Todas dicen a una boca:    –Bien sea y bien sea ĵaze.
12 –Por aquel xarar de arriba,    una garza vide asomare.
De sus alas deja pluma,    de su pico corre sangre;
14 un gavilán detrás de ella    que la quería matare.
La garza, por guarecerse,    entrara a la mi xarare.
16 –La sangre, la mi señora,    vino que vais a hacer;
la pluma, la mi señora,    aves que vais a matar;
18 la garza, la mi señora,    do[n] Rondare por las mares;
el gavilán, mi señora,    ğente que con él trae.–
20 Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta pica:
–¿Qué noticias traís, paje?    ¿Qué noticias me trairía?
22 –La noticia que os traigo    no vos la quisiera dare.
La ciudad de Orlando,    mataron a don Rondare.
24 No le ha matado ninguno,    él quiso presentare.–
Maldiciendo iba el vino,    maldiciendo iba el pane,
26 maldiciendo iba la madre    por no tener dos varones.

Observaciones: 1a París, omisión de la preposición En que lo introduciría; 4b de naturale, entiéndase ‘naturales de París’; 6a tocan çendale, incoherencia; 8b sueño gran, hipérbaton o, bien, apócope de grande; 9a sortare, rotacismo de soltar; 11b sea ĵaze, deformación de se haga; 12a xarar, ‘jaral’; 13a deja, en el sentido de ‘cae’; 15b xarare, probable confusión con jaral; 23a La, falta la preposición En; 24b él quiso, falta el pronombre se

16

Versión de Tetuán (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Manuel Alvar entre 1949 y 1950.

Publicada por Alvar24.

[AMP B 001 0002 0030]

En País está doña Alda,    la esposita de Roldane,
2 doçienta[s] dama[s] con ella,    todas de alto linaĵe.
Las çien le haçían fiesta    y las çien torneos haçen
4 y al son de los torneos    doña Alda vençida estare.
Recordeis despavorida    con un favor atán grande.
6 –Un sueño soñé, mis damas,    un sueño que así soñare.
La que en bien me le disuelva,    buen marido la he de dare
8 con dineros y aĵuare;    
la que mal me lo disuelva    matalla con mi puñale.–
10 Todas diçen a una boca:    –Bien será y bien se os hagale.
–Por aquel xara[l] de arriba,    garça negra vi volare.
12 De sus alas caen plumas    y de su pico corre sangre.
–Las plumas, la mi señora,    son aves que has de matare
14 cuando viniere Roldane;    
la sangre, la mi señora,    esa es tu libertade.–
16 Ellas en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
–¿Qué noveda[d] me traes, paje,    de mi esposo don Roldane?
18 –La noveda[d] que os traigo    no la quisiera dare.
Por aquel xara[l] de arriba,    allí mataron a Rondale;
20 siete puñaladas tiene    alrededor del costale.–
Siete veçes echan suerte    a ver quién le va enterrale
22 y todas las siete caía    al desdichado de su padre.
Ya lloraba doña Alda,    lloraba y haçía llanto
24 al desdichado de Rondale    que sin vuelta le mirare.
Su padre pa’ consolale    a doña Alda a sus palaçios la llevara.

Observaciones: 1a País, sic; 7a disuelva, ‘resuelva’; 20b costale, ‘costado’ o ‘costillas’

17

Versión de Tetuán (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Arcadio de Larrea Palacín en 1950 con notación musical.

Publicada por Larrea Palacín25.

[AMP B 001 0002 0028]

En París está doña Alda,    espozita de Rondale,
2 trescientas damas la sirven,    todas de alto y buen linaje.
Las ciento torzían oro,    las ciento texen sendales,
4 las ciento hazen torneos    para doña Alda folgare.
Al son de los sus torneos,    doña Alda venzida estare.
6 Recordó despavorida    con un favor ya tan grande.
–Un sueño soñí, mis dueñas,    un sueño que así soñare.
8 La que bien me lo ensulviere    buen marido la he de dare;
buen marido la he de dare    con dinero y con ajuare
10 o la que mal me lo envolviere    matarla he con mi puñale.–
Todas dizen a una boca:    –Bien será y bien se os hagádeis.
12 –Por aquel xaral de arriba,    garza negra vi volare.
De sus alas caen plumas    y de su boca corre sangre;
14 un gavilán detrás de ella    que la quería matare.
La garza, por guarecerse,    metiérase en su briale.
16 –Las plumas, la mi señora,    aves que vais a matare;
la sangre, la mi señora,    esa es vuestra libertade.
18 Vendrá Rondal de la guerra,    grandes fiestas que le hagades.–
Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
20 –¿Qué novedad traís, paje,    de mi esposo don Rondale?
–La novedad que yo traigo    yo no la quisiera dare.
22 Por aquel xaral de arriba,    mataron a don Rondale;
siete puñaladas tiene    arededor del collare;
24 por la más chiquita de ellas    entra y sale un gavilane.–
Ya lloraba doña Alda    y se quiere reventare.
26 –No lloréis tú, doña Alda,    manda a buscarle a enterrarle.–
Siete vezes echan suertes    por ver quién irá a enterrarle;
28 las siete veces le toca    al amargo de su padre.

Observaciones: 3a torzían, deformación de tejían; 10a envolviere, entiéndase ‘resolviera’; 25b reventare, ‘suicidarse’

18

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada por Luna Elaluf Farache, 78 años.

Recogida por Samuel G. Armistead e Israel J. Katz el 8 de agosto de 1962 y el 3 de junio de 1963.

Publicada por Armistead y Silverman26.

[AMP B 001 0002 0031 y 0033]

En París está doña Alda,    la esposita de Rondale,
2 doçientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje.
Las çiento torĵían oro,    las çiento tejen çerales.
4 Al son de los cascabele[s],    doña Alda vençida estare.
–Recordé desfavorido    con un sueño ya tan grande
6 y un sueño soñí, mis dama[s]    y un sueño que así soñare.
La que en bien me le ensuelviere    buen marido l’ hay de dare;
8 buen marido l’ hay de dare    con dineros y ajuare;
la que en mal me le ensuelviere,    matarla con mi puñale.–
10 Todas diçen a una vo[z]:    –Bien se da y bien se os hagare.
–Por aquel xaraf d’ arriba,    galça negra vi volare.
12 De su pico cae sangre,    de sus alas caen pluma[s].
–La sangre, la mi señora,    esa es vuestra libertade;
14 cuando viñere don Bueso,    aves que has de matare.–
Ellos en estas palabras    y un paje a la puerta bate.
16 –¿Qué novelas traes, paje,    de mi esposo don Rondale?
–Las novelas que os traigo    no vo[s] la[s] quisiera dare;
18 esa novela tan triste    que de dolor ha de llorare.
Por aquel xaraf d’ arriba,    allí mataron a don Rondale;
20 siete puñaladas tiene    alderredor del collare;
por una ‘ntr’ una paloma,    por otra sale un gavilane;
22 por la más chiquita de ella    corría la fina sangre.–
Siete veçes echan suerte    por ver quién vaya enterrarle;
24 todas las siete caían    al desdichado del padre.
–No lloréis tú, la doña Alda,    mandái pronto, manda enterrarle.–
26 Ya lloraba la doña Alda,    ya llora y haçía llanto.

Variantes: 1b la esposita] om. 3a torĵían oro] tañían palmas 3b tejen çerales] torneos haçen 4a cascabeles] torneo 4b estare] estaba 5a Recordé desfavorido] Recordí despavorido 5b sueño] favor 6a y] om. 6b así soñare] ansí dezía 7b hay] ha 8a hay] ha 10a voz] boca 10b se da y] será hagare] hagale 11a xaraf] xaral 12a cae] corre 12b caen] corren 14a Cuando... Bueso] Las pumas la mi señora 15b y] om. 18 esa... llorare] om. 19b don] om. 20b collare] costale 21-22 por... sangre] La más chiquitita de ella / entra un guavilán y sale 23b vaya enterrarle] va ’nterraile 24a siete] + le 24b del] de su 25 No... enterrarle] om. 26a la] om. 26b llora] lloraba llanto] alguaya

Comentarios del informante: 3b tejen çerales, ‘haçían collares’; 11a «xaraf», es como una montaña

Observaciones: 3a torĵían, deformación de tejían; 3b çerales, deformación de cendales; 5a desfavorido, imprecisión de género; 10b se da, sic; 11a xaraf, deformación de jaral; 14a viñere, sic; don Bueso, confusión del nombre del protagonista; 17a novelas, ‘nuevas’; 18a novela tan, omisión del verbo es; 25b mandái, sic

19

Versión de Tánger (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por José Benoliel entre 1904 y 1906 de un manuscrito sefardí desconocido.

[AMP B 001 0002 0016]

Mañanita era mañana,    mañanita de San Juan,
2 cuando moros y cristianos    salían a guerrear.
Guerreaban y morían    quinientos de cada parte;
4 cautivaron a Rondales,    almirante de la mar.
No le cautivó ninguno,    sino él se quiso dar,
6 que se le rompió la lança    al mejor del guerrear.
Ya llora el conde Rondales,    que se quiere arrebentar.
8 Oyido le havía el buen rey    desde su sala real.
–No llores, conde Rondales,    ni os queráis arrebentar.
10 Renegái[s] la ley de Cristo,    la del morito tomáis.
Te daría yo mis armas,    mis armas y mío puñale;
12 daría yo mis viñas,    mis viñas y mis lugares;
te daría por esposa    a mi hermana Caronales.
14 –¡En mal fuego se arda el rey,    sus viñas y sus lugares!
¡Demonios lleven a su hermana    y a quien me lo aconsejare!
16 En Francia tengo a mi novia    y en França, la natural,
treçientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje:
18 la[s] ciento eran de Francia,    la[s] ciento eran de Portugal,
la[s] ciento eran de París,    de París la natural.
20 La[s] ciento hilavan oro,    la[s] ciento tejen sandale,
la[s] ciento tañen torneo    para doña Alda folgar.
22 Si Dios me dejó vivir,    con ella me he de casar.–
Acabara de hablar,    la cabeza le cortaran.
24 Recordó desfavorida,    con un favor ya tan grande.
–Un sueño soñé, mis dueñas.    ¿Quién en bien me le ensoltare?
26 Quien en bien me le ensoltare,    buen marido la he dar;
quien en mal me le ensoltare,    matarla he con mi puñal.–
28 Todas dizen a una boca:    –Bien será y bien se hayara.
–Por aquel xaral de arriba,    garça negra vi volar.
30 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre.
La garça, por guareçerse,    entrárase a mi brillale.
32 –Las plumas, la mi señora,    gente que con él vos trae;
la sangre, la mi señora,    vino para descançiare.–
34 Ellos en essas palabras,    a la puerta sale un paje.
–¿Qué nueva me traes, paje,    de mi novio don Rondales?
36 –La nueva que yo te traigo    no te la quisiera dar,
que en los campos de Almería    mataron a don Rondales;
38 siete puñaladas tiene    alrededor de su collar.–
Como esso oyera doña Alda,    muerta quedó en el lugar.

Observaciones: 10a Renegáis, entiéndase ‘Renegad’; 10b tomáis, entiéndase ‘tomad’; 13b Caronales, aunque puede entenderse como ‘carnal’, lo edito como si fuera un nombre propio, pues intuyo que así lo comprendía el informante; 28b hayara, deformación de ‘haga’; 31b brillale, deformación de brial; 33b descançiare, ‘escanciar’

20

Versión de Tánger (Marruecos), cantada por Hol-la Lancry, 60 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1915.

[AMP B 001 0002 0018]

Mañanita, mañanita,    mañanita de Rondales,
2 cuando moros y cristianos    salían a guerreare.
Guerreaban y morían    quinientos de cada parte;
4 cautivaron a Rondales,    almirante de las mares.
No le cautivó ninguno,    que él se quiso empresentare,
6 que se le rompió la lanza    al mejor del guerreare.
Ya llora el conde Guarismo,    que se quiere arreventare.
8 Oyéndolo está el buen rey    desde sus salas reales.
–No llores, conde Guarismo,    ni te quieras hacer males.
10 Reniega la ley de Cristo,    la del morito tomare.
Te daría yo mis viñas,    mis viñas y mis caudales;
12 te daría por esposa    a mi hija Caronale.
–¡Mal fuego arda en el rey,    en sus viñas y sus caudales!
14 ¡Demonios lleve a su hija    y al que tal me aconsejare!
Esposita tengo en Francia,    en París, la naturale.
16 Si Dios me dejó vivir,    con ella me he de casare.–
Como esto oyera el buen rey,    mandó que le he de matare.
18 Acabara de matarle,    mandó echar un pregón:
–El que derroque el castillo    donde la doña Alda yaze.
20 Si le derrocan los moros,    le daré la libertade;
si le derrocan cristianos,    le daré de mis caudales.–
22 En París está doña Alda,    esposita de Rondales,
trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje:
24 las cientos eran de Francia,    las ciento de Portugale,
las cientos eran de Francia,    de París la naturale.
26 Las ciento texían oro,    las ciento texían seda,
las ciento tocan torneos    para doña Alda folgare.
28 Ellas tocan los torneos,    doña Alda vencida yaze.
Recuerda despavorida    con un pavor atán grande.
30 –Un sueño soñé, mis damas,    un sueño yo soñaría.
La que bien me lo soltare,    buen marido le daría
32 y la que no me lo soltare,    matarla con mi puñale.–
Todas dizen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
34 Vendrá Roldán de las guerras,    bodas que habéis de armare.
–Por esa xaral de arriba,    galza negra vio passare.
36 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre;
un gavilán detrás de ella,    que la quería matare.
38 Ella para guarecerse    entrárase a sus rosales,
la manchara su briale    de su esposito Rondale.–
40 Todas dizen a una boca:    –Bien sea y bien se hará de él.
La galza, la mi señora,    gente que, con él, él trae;
42 la sangre, la de mi señora,    vino que habéis de beber.–
Ellos en estas palabras,    a su puerta bate un paje.
44 –¿Qué nuevas me traes, el paje,    de mi esposito Rondales?
–La nueva que yo la traigo    no se las quixera dare.
46 Muerto quedó don Rondales    en las guerras de Almería;
siete puñaladas tiene    alderredor del collare;
48 por la más chiquita de ellas,    entra y sale un gavilane
con las sus alas abiertas,    no le toca en el su face.–
50 Como esto oyó doña Alda,    muerta quedó en el lugare.
Ya se derroca el castillo    de doña Alda Folgares.

Variantes: 26b texían seda] labran sedale

Observaciones: 5b empresentare, ‘presentar’ en el sentido de ‘entregarse’; 7a Guarismo, confusión de los nombres de Roldán y Guarinos, ambos protagonistas de los romances contaminados; 11b caudales, ‘hacienda’; 14a lleve, imprecisión de número; 17b he, entiéndase ‘han’; 19 El... yaze, oración con incoherencia sintáctica pero con el sentido claro de ofrecer recompensa a quien cumpla el deber; 20b le, entiéndase ‘les’; 21b le, entiéndase ‘les’; 35a esa, sic; 35b vio, sic; 49b face, ‘rostro’; 51b Folgares, curiosa influencia del verso 27b que hace posible interpretar el término como apellido

21

Versión de Tetuán (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1915 con notación musical.

[AMP B 001 0002 0022]

Mañanita era, mañana,    mañanita de san Juan,
2 cuando moros y cristianos    salían a guerreare.
Guerreaban y morían    trescientos de cada parte;
4 cautivaron a Guarismo,    almirante de las mares.
No le cativaron moros,    sino él se quiso dare.
6 Ya llora el pobre Rondal,    que se quiere arreventare.
Oyido lo había el buen reye    dende su sala leale.
8 –¿Qué tienes y tú, Rondal?    Dime quién te ha hecho male.
Si te han hecho mal los moros,    los mandaré yo a matare;
10 si te han hecho mal cristianos,    los mandaré a cautivare;
si te han hecho mal judíos,    los mandaré a desterrare.
12 –No me hazen mal ninguno,    ninguno que mal me haze,
que se me rompió la lanza    en meatad del guerreare.
14 –No s’ te de nada, Rondal,    ni menos se os quiera dare.
Si se te rompió la lanza,    te daré lanza y puñale
16 y te daré por mujer    a mi hija Caronale
y te daré yo de albricias    mis viñas y mis caudales.
18 –¡Mal fuego arda en tus viñas,    en tus viñas y caudales!
¡El demonio lleve a tu hermana    y al que me la aconsejare!
20 En París tengo a doña Alda,    mi esposica de Rondale,
trescientas damas con ella,    todas de alto linaje.–
22 Las ciento eran de Francia,    las ciento de Portugale,
las ciento eran de París,    de París el naturale.
24 Las ciento texían oro,    las ciento texen sedale,
las ciento tañen torneos    para doña Alda folgare.
26 Al son de los cien torneos,    doña Alda dormida yaze.
Recordó despavorida    con un favor atán grande.
28 –Un sueño soñé, mis dueñas,    la que en bien me le soltare,
la que bien me le soltare,    buen marido le ha de dare;
30 la que no me le soltare,    matarla he con mi puñale.–
Todas dizen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
32 Vendrá Rondal de las guerras,    ricas bodas se han de armare.
–En aquel xaral de arriba,    garza negra vide entrare.
34 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre;
un gavilán detrás de ella    que la quería pasare.
36 La garza, por guarecerse,    entrado se ha a mi briale;
gavilán, por no alcanzarla,    rompido se ha la su face.
38 –Las plumas, la mi señora,    aves son que va a matare;
la sangre, la mi señora,    esa es la su libertade.
40 Vendrá Rondal de las guerras,    ricas bodas se han de armare.–
No se ha ajadeado el sueño    ni acabóse de contare;
42 ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
–¿Qué novedad me das, paje,    de mi esposo don Rondale?
44 –La novedad que te traigo    no te la quixiera dare.
En las guerras de París,    mataron a don Rondale;
46 siete puñaladas tiene    alderredor del collare;
por una le entra el frío,    por otra le entra el aire,
48 por la más chiquita de ellas    entra y sale un gavilane
con las sus alas abiertas,    no le hace ningún male.–
50 Como eso oyera doña Alda,    muerta ya al suelo se cae.

Observaciones: 6a Rondal, de nuevo la confusión entre los personajes de los romances contaminados; 7b dende, ‘desde’; leale, ‘real’; 13b meatad, sic; 29b ha, entiéndase ‘he’; 41a ajadeado, entiéndase ‘acabado’

22

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada por Preciada Israel, 34 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1916.

[AMP B 001 0002 0024]

Mañanita era mañana,    mañanita de san Juane,
2 cuando moros y cristianos    salían a guerreare.
Guerreaban y morían    trescientos de cada parte;
4 cativaron a Rondale,    almirante de las mares.
No le cativaron moros,    sino él se quiso dare.
6 Ya llora el pobre Rondal,    que se quiere arreventare.
Oyido lo había el buen reye    dende su sala ande estare.
8 –¿Qué tienes y tú, Rondal?    Dime quién te ha hecho male.
Si te han hecho mal los moros,    los mandaré yo a matare;
10 si te han hecho mal cristianos,    los mandaré a cautivare;
si te han hecho mal judíos,    los mandaré a desterrare.
12 –No me han hecho mal ninguno,    ninguno a mí mal me hacen,
que se me rumpió la lanza    en meatad del guerreare.
14 –No ’ste dé nada Rondal    ni menos se os quiera dare.
Si se te rompió la lanza,    te daré lanza y puñale
16 y te daré por esposa    a mi hermana Caronale
y te daré por albricias    mis viñas y mis caudales.
18 –¡Mal fuego arda en tus viñas,    en tus viñas y lugares!
¡El demonio lleve a tu hermana    y el que me la aconsejare,
20 que en París tengo a doña Alda,    mi esposica naturale,
trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje!–
22 Las ciento eran de Francia,    las ciento de Portugale,
las ciento eran de París,    de París de naturale.
24 Las ciento texían oro,    las ciento texen sedale,
las ciento tañen torneos    para doña Alda folgare.
26 Al fin de los cien torneos,    doña Alda dormida yaze.
Recordó despavorida    con un pavor atán grande.
28 –Un sueño soñé, mis dueñas.    ¡Ay, qué sueño atán grande!
La que bien me le soltare,    buen marido le he de dare;
30 la que mal me le ensolviere,    matarla con mi puñale.–
Todas dizen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
32 Vendrá Rondal de las guerras,    ricas bodas se han de armare.
–En aquel xaral de arriba,    negra garza vide entrare.
34 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre;
un gavilán detrás de ella    que la quería caçare.
36 La garza, por guarecerse,    entrado se ha a mi briale;
gavilán por no alcanzarla    rompido se le ha su face.
38 –La sangre, la mi señora,    esa es vuestra libertade;
las plumas, la mi señora,    aves son que va a matare;
40 el gavilán, mi señora,    es vuestro suegro leale;
la garza, la mi señora,    es vuestra suegra leale.
42 Vendrá Rondal de las guerras,    ricas bodas se han de armare.–
Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
44 –¿Qué novedad me das, paje,    de mi esposo don Rondale?
–La novedad que te traigo    no te la quisiera dare.
46 En las guerras de París,    mataron a don Rondale;
siete puñaladas tiene    alderredor del collare;
48 por una le entra el frío,    por la otra le entra el aire,
por la más chiquita de ellas    entra y sale un gavilane
50 con las sus alas abiertas,    no le hace ningún male.–
Como eso oyera doña Alda,    muerta quedó en su lugare.

Variantes: 17b caudales] lugares 28b Ay... grande] la que bien me le soltare 33a xaral] xargal

Observaciones: 13a rumpió, sic

23

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada por Simi Chocrón, 37 años.

Recogida por Manuel Manrique de Lara en 1916.

[AMP B 001 0002 0023]

Mañanita era mañana,    mañanita de san Juan,
2 cuando moros y cristianos    salían a guerreare.
Guerreaban y morían    trescientos de cada parte;
4 cautivaron a Rondal,    uno solo de su madre.
No le cautivó ninguno,    sino él se quiso dare;
6 a la primera batalla    quebrado se le ha el puñale.
Ya llora el conde París,    que se quiere arreventare.
8 Oyido lo había el buen reye    dende su sala leale.
–No lloréis, conde París,    ni vos queráis hacer male.
10 Dejarás la ley de Cristo,    la del morito hagades.
Te daría yo de albricias    mis viñas y mis caudales;
12 te daré yo por esposa    a mi hermana Caronale.
–¡Mal fuego se arda en tus viñas,    tus viñas y tus caudales!
14 ¡Al demonio le doy yo    a tu hermana Caronale!–
En París está doña Alda,    mi esposita de Rondale,
16 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje:
las ciento eran de Francia,    las ciento de Portogale,
18 las ciento eran de París,    de París el naturale.
Las ciento hilaban oro,    las ciento texen telare,
20 las ciento tañen torneos    para doña Alda folgare.
–Un sueño soñé, mis damas,    
22 la que bien me le ensuelvare    buen marido le he de dare;
la que no me le ensuelvare    matalla con mi puñale.–
24 Todas dicen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
–Por aquel xaral de arriba,    negra galza vi volare.
26 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre
y un gavilán detrás de ella    que la quería matare.
28 La galza, por guarecerse,    entrádose a su briale.–
Todas dizen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
30 La sangre, la mi señora,    esa es vuestro naturale;
las plumas, la mi señora,    aves que habéis de matare;
32 el gavilán, mi señora,    gente que trae Rondale.
Vendrá Rondal de las guerras,    bodas son que vais a armare.–
34 Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
–¿Qué nuevas me traes, paje,    de mi esposito Rondale?
36 –La nueva que yo te traigo,    la que no quisiera darte.
En las guerras del León,    mataron a don Rondale.–
38 Como eso oyera la niña,    en un desmayo se cae.
Maldiciendo iba el vino,    maldiciendo iba el pane,
40 maldiciendo iba la madre    que un hijo solo pare,
que si ella tuviera otro    lo pusiera en su lugare.

Observaciones: 4b uno solo de su madre, podría acentuar la singularidad del héroe; 15b mi, incoherencia, entiéndase ‘la’

24

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada por una anónima anciana.

Recogida por Diego Catalán en abril de 1948.

[AMP B 001 0002 0027]

Mañanita era mañana,    mañanita de san Juan,
2 cuando moros y cristiano[s]    salían a guerreare.
Guerreaban y morían    trescientos de cada parte;
4 cautivaron a Roldán,    almirante de las mares.
No le cautivó ninguno,    él se quiso presentare,
6 ya se le quebró la lança    al mitad del guerreare.
Ya llora el conde Rondal    que se quiere reventare.
8 Oído lo había el buen rey    desde su sala leale.
–¿Qué tienes, conde Rondal?    ¿Quién a ti te ha hecho male?
10 Si te han hecho mal los moros,    yo los mandaré a matare;
si te han hecho mal cristianos,    los mandaré cautivare;
12 si te han hecho mal judíos,    los mandaré disterrare.
–No me ha hecho mal ninguno,    ninguno que mal me haçe.
14 Ya se me quebró la lança    al mitad del guerreare.
–Si se te quebró la lança,    te daré lança y puñale.
16 Te daría yo de arbricia,    mis viñas y mis çiudades
y te daré por esposa    a mi hermana naturale.–
18 –¡Mar fuego ardan tus viñas    en tus viñas y çiudades!
¡Al demonio le doy yo    a tu hermana naturale,
20 que en París tengo a doña Alda,    mi esposita naturale,
trescientas damas con ellas,    todas de alto y buen linaje!–
22 Las ciento eran de Francia,    las ciento de Portugale,
las ciento eran de París,    de París naturale.
24 Las ciento hilaban oro,    las ciento tejen telares,
las ciento tañen torneos    para doña Alda folgare.
26 Al son de los cien torneos,    doña Alda vencida yaze.
Recordó despavorida    con un pavor ya tan grande.
28 –Un sueño soñé, mis damas,    un sueño que yo he soñare.
La que bien me le açertare,    buen marido la he de dare
30 y la que no me le açierta    matarla con mi puñale.–
Todas diçen a una boca:    –Bien sea y bien se hagade.
32 Por aque[l] xarao de arriba,    graça negra vi volare.
De sus alas caían plumas,    de su pico corre sangre;
34 un gavilán detrás de ella    que la quería caçare.
La garça, por garecerse,    entrado se ha a mi briale
36 y manchárame el brial    del Almirante [d]e los mares.
–La garça, la mi señora,    aves que vais a matare.
38 Vendrá Rondal de las guerras,    bodas son que vais armare.
La sangre, la mi señora,    esa es vuestra moçedade.–
40 Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
–¿Qué nuevas me trae, paje,    de mi esposito Rondal?
42 –La nueva que yo te traigo    no te la quisiera dare,
que en las guerras del León    mataron a don Rondal.–
44 Maldiciendo iba el vino,    maldiciendo iba el pane,
maldiciendo iba a la madre    que un hijo solo pare,
46 que si ella tuviera otro,    le pusiera en su lugare.

Observaciones: 16a arbricia, sic; 18a Mar, sic; 32a xarao, deformación de jaral; 32b graça, sic; 35a garecerse, sic

25

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada en Caracas (Venezuela) por Rachel Perfetu, 59 años.

Recogida por Oro Anahory Librowicz el 17 de junio de 1972.

[AMP B 001 0002 0037]

Mañanita era mañana,    en tiempo que alboreaba,
2 cuando moros y cristianos    salían a guerreare.
Guerreaban y morían    doscientos de cada parte;
4 cautivaban a Rondale,    almirante de la mare.
No le cautivaron moros,    que él se quiso presentare;
6 se le rompió la lança    en mitad del guerreare.
En París está doña Alda,    esposa de don Rondale,
8 trescientas damas con ellas,    todas de alto y buen linaje.
Las ciento hilaban oro,    las ciento tejen sedale,
10 las ciento están en torneo    pa’ doña Alda folgare.
Al son de los entorneos,    doña Alda dormida yaze.
12 –Un sueño soñé, mis damas,    la que bien me lo ensolviere
y la que no me lo ensuelve    matarla con mi puñale.–
14 Todas dizen a una voz:    –Bien sea, bien se os hagare.
Vendrá el Roldán de la guerra,    bodas que habéis de armare.
16 –En mitad de aquel sueño,    galza negra vi volare.
De su pico corre sangre,    de sus alas plumas caen.–
18 Todas dizen a una voz:    –Bien sea, bien se os hagare.
Las plumas que de ellas caen,    gente que con él trae;
20 la sangre que de ella cae,    vino que habéis de esparciare.–
Ellos en estas palabras,    a su puerta bate un paje.
22 –¿Qué noticias traes, paje,    de tu esposo don Rondale?
–La noticia que te traigo    no te la quisiere dare.
24 En la guerra de Almendrico,    mataron a don Rondale.
No le cautivaron moro,    que él se quiso presentare.–
26 Ya se derrocó el castillo,    donde la de Alda estare.
Maldiciendo iba a la madre,    la que un hijo solo pare,
28 que si otro hijo tuviera,    enreinara en su lugare.

Observaciones: 11a entorneos, sic; 20b esparciare, deformación de escanciar; 28b enreinara, ‘reinara’

26

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada por Luna Elaluf Farache, 78 años.

Recogida por Samuel G. Armistead, Joseph H. Silverman e Israel J. Katz el 22 de agosto de 1962.

[AMP B 001 0002 0032]

Cautivaron a Francisco    en la metad del combate,
2 que se le rompió la espada    en la mitad del combate.
No le cautivó ninguno,    que él se quiso cautivare,
4 que se le rompió su espada    estando guerreando.
Ya le meten en prisiones,    honda y de escuridade;
6 ya lloraba don Françisco,    lloraba y se haçía males.
Oyido l’ había la reina    desde su alto castillo.
8 –No llores tú, don Françisco,    no llores ni te hagas males.
Renega tú de tu ley,    yo te sacaré de prisiones,
10 te daré los mis castillos,    mis viñas y mis caudales
y para más de todo esto    mi puerpo que más valía.
12 –¡Mal fuego queme tus bienes,    tus bienes y tus hogares!
¡Mal fuego queme tus viñas,    tus viñas y tus hogares!
14 Mi esposita tengo en Françia,    con ella me he de casare.–
Y l’ agarran descuidado    y le dan de puñaladas.
16 Siete vezes echan suerte    por ver quién le va enterrare;
toda[s] las siete caía    al desgraçiado de su padre.
18 En París está doña Alda,    la esposita de Rondales,
doçientas damas con ella,    todas de alto y de buen linaje.
20 Las çientos hazían torneos,    las çientos tañen tambores.
Al son de la música,    doña Alda vençida estare.
22 Recordó desfavorida    con un favor ya tan grande.
–Un sueño soñí, mis dama[s],    un sueño qu’ ansí soñare.
24 Por aquel xarav d’ arriba,    galsa negra vi volare.
De su pico corre sangre    y de sus plumas cayen pluma[s].
26 La que en bien me le ensuelviere,    buen marido l’ ha de dare;
buen marido l’ ha de dare    con dinero y aĵuares
28 y la que en mal me lo ensuelviere    matarla con mi puñale.–
Todas diçen a una voz:    –Bien será y bien se os hayade.
30 La sangre, la mi señora,    esa es vuestra libertade;
las aves, la mi señora,    gallinas que has de matare.–
32 Ellos en estas palabras,    un paj’ a la puerta bate.
–¿Qué novedad me traes, paje,    de mi esposo don Françisco?
34 –La novedad que os traigo    que da ganas de llorare.
Por aquel xarav d’ arriba,    allí mataron a Rondale;
36 cuatro puñaladas tiene    alderredor del collare;
por una l’entra el sol,    por otra el gavilane.–
38 Siete veçes echan suerte    por ver quién le manda a enterrar.
–Señora, manda pronto a enterrarle,    que su padre queda muerto.

Variantes: 26a ensuelviere] ensolviere 31b matare] + cuando viniere Françisco

Observaciones: 1b metad, sic; 11b puerpo, ‘cuerpo’; 24a xarav, deformación de jaral

27

Versión de Tánger (Marruecos), sin datos del informante.

Recogida por José Benoliel entre 1904 y 1906.

[AMP B 001 0002 0015]

–Bien lo pensasteis, el Cidi,    bien lo hubisteis de pensar:
2 ganasteis la obra del caso,    matasteis a doce frailes,
cautevasteis a Roldán,    almirante de la mar.
4 –No le cautivaron moros,    que él se quiso presentar.
–Dejades la ley de Cristo    y la del moro tomad.
6 Te daría yo de albricia    mis viñas y mis caudales;
te daría por mujer    a mi hermana Caronal.
8 –¡Mal fuego pegue a tus viñas,    tus viñas y tus caudales
y al diablo da a tu hermana,    a tu hermana Caronal,
10 que en París está mi esposa,    la esposica de Roldán!–
En París está la esposa,    la esposica de Roldán,
12 trescientas damas con ella,    todas de alto y buen linaje.
Las ciento devanan seda,    las ciento texen cendales,
14 las ciento tañen torneos    para doña Alda folgar
y al son de los cien torneos,    doña Alda vencida cae.
16 Recordó despavorida    con un amor ya tan grande.
–Un sueño soñé, mis dueñas.    ¿Quién en bien me le soltare?
18 Y la que no me le solte    matarla he con mi puñale.–
Todas dicen a una boca:    –Bien será y bien se hagade.
20 –Por ese xaral de arriba,    garza negra vi volar.
De sus alas caen plumas,    de su boca corre sangre
22 y un gavilán detrás de ella    que la quería cazare.
La garza por guarecerse    entrárase en mi rosal.–
24 Todos dicen a una boca:    –Bien será y bien se hagade.
La sangre que de su pico,    esa es vuestra mocedad
26 y las plumas de sus alas,    las aves que ha de cazar.
Vendrá Roldán de las guerras,    las ricas bodas se hacen.–
28 Ellos en estas palabras,    a la puerta llega un paje.
–¡Albricias, señora, albricias!    –¡Mi paje y mi gran paje!
30 ¿Qué novedades me traes    de mi esposico Roldán?
–Las novedades que traigo    no te las quisiera dare.
32 En la guerra de León    mataron a don Roldán;
siete puñaladas tiene    al derredor del collar;
34 por la más chiquita de ellas    entra un gavilán y sale.–
Maldiciendo van el vino,    bendiciendo van el pane,
36 maldiciendo van la madre    que tan solo un hijo pare.
Cuando le matan los moros,    no hay quien por ello reclame.

Notas del colector: 2 [yo diría:] «Solo por obra de acaso mataste a los doce pares»; 3a [yo diría:] «Cautivaste a don Guarinos»; 4b [yo diría:] «que él se dejó cautivar»; 16b otra versión: «con un pavor a tan grande»; 25a [yo diría:] «Aquella sangre del pico»; 27b [yo diría:] «ricas bodas hará armar»; 29 estos versos interpolados; 35b antífrasis de origen hebreo, debía de ser: «maldiciendo van el pan»; 37b [yo diría:] «no hay quien le vaya a vengar»

Observaciones: 13a devanan, ‘dar vueltas a un hilo alrededor de un eje’; 24a Todos, imprecisión de género; 25a La... pico, omisión del verbo

28

Versión de Tetuán (Marruecos), sin datos del informante.

Copiada de un manuscrito por Arcadio de Larrea Palacín en 1950 con notación musical.

Publicada por Larrea Palacín27.

[AMP B 001 0002 0029]

–¡Qué bien pensatis, el moro!    ¡Mal se lo hizo pensare!
2 Pierditis obra del causo,    matastis a doce frailes,
cautivatis a Rondal,    almirante de los mares.
4 –No le cautivó ninguno,    que él si quiso apresentarse;
quebrádosele la espada    a mitad del guerreare.–
6 Siete duques echan suerte    por ver quién le ha de matare.
Ya le meten en prisiones,    hondas y de oscuridades.
8 Ya llora el pobre Rondal    que se quisiera arreventare.
Oyido lo había la reina    desde su sala ande estare.
10 –No llores y tú, Rondal,    ni te quieras hacer male.
Dejaréis la ley de Cristo,    la del morito tomaréis.
12 Te daría yo de alberos    mis villas y mis ciudades.
–¡Mal fuego arda en sus villas,    sus villas y sus ciudades!
14 En París tengo a doña Alda,    mi esposita naturale,
doscientas damas con ella    de muy alto linaje.–
16 Las cien tejían sedas,    las cien tejen cedales,
las cien tocan torneo    para doña Alda folgare.
18 Recorda despavorida    con un pavor ya tan grande.
–Un sueño soñí, mis doncellas.    ¡Ay, qué sueño allá tan grave!
20 Todo la que me lo acierte    buen marido la he de dare
y la que no me lo acierte    que no venga a mi rosale.–
22 Todas dicen a una boca:    –Bien sea y bien os hagale.
–Por aquel xargal de arriba,    negra garza vide entrare.
24 De sus alas caen plumas,    de su pico corre sangre.
–La garza, la mi señora,    es vuestra suegra leale;
26 la sangre, la mi señora,    aves que has de matare;
las plumas, la mi señora,    la gente que con él trae.
28 Vendrá Rondal de la guerra    y contigo se ha de casare.–
Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
30 –¿Qué albricias me traes, paje,    o qué noticias me traes?
–La noticia que te traigo    no os la quisiera dare,
32 que en la primera batalla    mataron a don Rondale.–
Como eso oyera la infanta,    muerta quedó en el lugare.

Nota del colector: Este romance se canta con el ciclo de Roldán y, precisamente, seguido como aparece en esta versión del de los augurios de su muerte [...]. En el manuscrito están ambos unidos, unión respetada en nuestra copia.

Observaciones: 2a Pierditis, sic; causo, literalmente ‘ocasión; 4b si, ‘se’; apresentarse, fenómeno de epéntesis; 12a alberos, ‘tierras’; 20a Todo, imprecisión de género; 23a xargal, deformación de jaral

29

Versión de Tetuán (Marruecos), cantada en Ashqelon (Jerusalén) por Alicia Bendayán.

Recogida por Susana Weich-Shahak el 25 de agosto de 1983 con notación musical.

Publicada por Weich-Shahak28.

[AMP B 001 0002 0036]

–¡Qué mal pensatis, el moro!    ¡Mal se vos hizo pensares!
2 Quebratis obra del causo,    matastis a doce frailes,
cautivatis a Rondal,    almirante de los mares.
4 –No le cautivó ninguno,    que él se quiso apresentare;
quebrádosele ha la espada    en mitad del guerreare.–
6 Siete duques echan suertes    por ver quién le ha de matare.
–Dejarís la ley de Cristo,    la del morito tomares.
8 –No lo quiera Dios del cielo,    no lo permita Dios Padre
y en París tengo a doña Alda,    mi esposita naturale,
10 las cien damas son con ella,    todas de alto y buen linaje.–
Las cien bordaban en seda,    las cien bordaban sedale,
12 las cien tocaban vigüela    para doña Alda folgare.
–Y un sueño soñé, mis dueñas.    ¡Ay, qué sueño tan espantable!
14 Toda la que me lo aclare,    buen marido la he de dare
y las que no lo sabían    que se aparten a un lugare.–
16 Todas dicen a una boca:    –Bien se haga y bien se os hagare.
–Por aquí cijal de arriba    negra garza vide entrare.
18 En su pico trae plumas,    en su cuerpo trae sangre.
–La garza, la mi señora,    es vuestra suegra reale;
20 las plumas, la mi señora,    la gente que con él trae.
Vendrá Rondal de la guerra    y contigo se ha de casare.–
22 Ellos en estas palabras,    un paje a la puerta bate.
–¿Qué noticias traes, paje?    ¡Oh! ¿Qué noticias me traes?
24 –La noticia que te traigo    no te la quisiera dare,
que a las primeras batallas    mataran a don Rondale.–
26 Como eso oyó doña Alda,    muerta quedó en su lugare.

Observaciones: 17a cijal, probable deformación de jaral, aunque cija significa ‘cuadra’

Conclusiones

De entre todas las tradiciones orales panhispánicas en las que se ha transmitido el romancero, la sefardí es, con gran probabilidad, la que mejor ha logrado mantener con vida temas tan antiguos y de origen épico, como el de El sueño de doña Alda. Conscientes de ello fueron todos los colaboradores y discípulos de Ramón Menéndez Pidal y María Goyri –Maír José Benardete, José Benoliel, Manuel Manrique de Lara, Eugenio Silvela, Arcadio de Larrea Palacín, Samuel G. Armistead, Joseph H. Silverman, Israel J. Katz, Juan Martínez Ruiz, Paul Bénichou, Manuel Alvar y Diego Catalán, entre otros– y todos los recopiladores que vinieron después –como Oro Anahory Librowicz o Susana Weisch-Shahak–, quienes enviaron al Archivo del Romancero todas las versiones que fueron encontrando hasta formar el corpus que se edita en este artículo. Si la transmisión del romancero es un fenómeno colectivo, también lo es, desde luego, el objetivo de conservar este patrimonio tan valioso, pues han intervenido, a lo largo de muchos años, los esfuerzos y las pasiones de informantes, recolectores, editores y estudiosos. Ahora que irremediablemente contemplamos la extinción de la tradición oral romancística en nuestra sociedad, es empresa obligada cerrar esta primera etapa de trabajo colectivo dando a conocer todos los testimonios que, como reliquias de un tiempo de esplendor, han llegado hasta nosotros. Por supuesto, toda edición y, más aun, toda fijación tipográfica de documentos de procedencia oral es una propuesta de lectura donde son posibles otras interpretaciones. La propuesta que he seguido parte del respeto a las peculiaridades textuales de cada versión y los rasgos lingüísticos representativos del judeoespañol con el deseo de facilitar un fiel acercamiento al corpus de versiones atesorado en la Fundación Ramón Menéndez Pidal que pueda ser de utilidad para futuras investigaciones sobre la materia de Roncesvalles.

Nicolás Asensio Jiménez

Fundación Ramón Menéndez Pidal


* Este artículo se enmarca dentro del proyecto de investigación FFI2014-54368-P «Catalogación, Digitalización y Edición del Romancero Tradicional de las Lenguas Hispánicas: Romances épicos e históricos de referente hispánico y francés» del Ministerio de Economía y Competitividad. Asimismo, doy las gracias por el apoyo del Ayuntamiento de Madrid y la Residencia de Estudiantes, pues con su programa de becas de postgrado ayudaron a que esta investigación saliera adelante. Finalmente, agradezco la asesoría y los comentarios del Dr. Jesús Antonio Cid, quien ha guiado el proceso de edición, y las observaciones sobre algunos términos difíciles de la Dra. Elena Romero.

  1. El igr, abreviatura de Índice General del Romancero, es un número de referencia que identifica cada tema romancístico.

  2. Diego Catalán, La épica española. Nueva documentación y nueva evaluación, Madrid, Fundación Ramón Menéndez Pidal, 2001, págs. 689-699.

  3. Entre otros, han sido tratados temas como la tradición oral en el artículo de Joseph H. Silverman y Samuel G. Armistead, «Epopeya y romancero: el Sueño de doña Alda en la tradición moderna», Scripta philologica: in honorem Juan M. Lope Blanch, iii, México DF, Universidad Nacional Autónoma de México, 1991, págs. 79-88; los orígenes épicos en el breve pero ilustrativo estudio de César Segre, «Épica y lírica en el romance de doña Alda», Historia y crítica de la literatura española, i/2, Barcelona, Crítica, 1991, págs. 220-223; la relación con la balada francesa en el artículo de J. B. Hall, «Ambiguity in a Spanish Ballad: En París está doña Alda compared with the French and Provençala Versions of the Dream of La Belle Aude», Revue de Littérature Comparée, lxx/1, 1996, págs. 5-13; o, incluso, interpretaciones psicoanalíticas de dudosa solvencia como las del estudio de María Langer y Tristán Fernández, «Notas para el romance de doña Alda», Revista de Psicoanálisis, iii, 1945, págs. 720-730.

  4. Samuel G. Armistead y Joseph H. Silverman, Folk Literature of the Spehardic Jews iii: Judeo Spanish Ballads from Oral Tradition ii: Carolingian Ballads i: Roncesvalles, con transcripciones y estudios musicales de Israel J. Katz, Berkeley - Los Angeles - London, University of California Press, 1994.

  5. Los siguientes criterios de edición son también empleados y, por tanto, en parte reproducidos en otros artículos o estudios que estoy llevando a cabo sobre romancero, como el siguiente: Nicolás Asensio Jiménez, «El Romance de la Batalla de Roncesvalles: Edición integral del corpus de versiones del Archivo Menéndez Pidal - Goyri», Revista de Filología Española, xcviii: 1 (2918), págs. 9-39.

  6. Diego Catalán y Jesús Antonio Cid (eds.), Romancero Tradicional de las Lenguas Hispánicas (Español, Portugués, Catalán, Sefardí) vi: Gerineldo, el paje y la infanta, con la colaboración de Margarita Pazmany y Paloma Montero, Madrid, Seminario Menéndez Pidal - Editorial Gredos, 1974, págs. 11-23.

  7. En efecto, dificultad añadida a la edición de documentos de procedencia oral es la diversidad en cuanto a los criterios de los recopiladores para reflejar las realizaciones lingüísticas. Cada recopilador se enfrenta a la problemática de transcribir la versión que escucha de una determinada manera, según sus intereses, ya sean fonéticos, antropológicos o literarios. Debido a esto, la edición que se presenta en las siguientes páginas parte del documento y no realiza un ejercicio interpretativo respecto al estado natural de la lengua.

  8. Yacob Abraham Yoná, Pizmonim de berit milah, Salónica, 1895-1896.

  9. Samuel G. Armistead, Joseph H. Silverman y Iacob M. Hassán, Seis romancerillos de cordel sefardíes, Madrid, Castalia, 1981, p. 20.

  10. Este numero hace referencia a la signatura del documento en el Archivo del Romancero de la Fundación Ramón Menéndez Pidal.

  11. Samuel G. Armistead y Joseph H. Silverman, Judeo-Spanish Ballads from New York collected by Maír José Bernadete, Berkeley - Los Angeles - London, University of California Press, 1981, p. 19.

  12. Yacob Abraham Yoná, Gu’erta de romansas antiguas de pasatyempo, Salónica, c. 1908.

  13. Moshe Attias, Romancero sefardí: Romanzas y cantes populares en judeo-español, Jerusalén, Instituto Ben-Zwi, 1956, págs. 108-109.

  14. Samuel G. y Joseph H. Silverman, Folk Literature of the Sphardic Jews i: Judeo-Spanish Ballad Chapbooks of Yacob Abraham Yoná, Berkeley - Los Angeles - London, University of California Press, 1971, pág. 68.

  15. No creo conveniente reproducir estas versiones aquí por la mínima contaminación que sufren pero doy la referencia a los documentos del Archivo del Romancero: B 001 002 0046-0048.

  16. Cuaderno de Luna Benaim, Madrid, CSIC, Colección Iacob M. Hassán, depositada en la Biblioteca de Estudio Sefardíes Aris Montano; 1919-1950.

  17. Oro Anahory Librowicz, Cancionero séphardi du Québec, Montrèal, FCAR - Cégep du Vieux Motrèal, 1944, i, pág. 88.

  18. Arcadio de Larrea Palacín, Romances de Tetuán, Madrid, CSIC, 1952, i, págs. 86-87.

  19. Samuel G. Armistead y Joseph H., Silverman, op. cit., 1998 págs. 113-114.

  20. Samuel G. Armistead y Joseph H. Silverman, op. cit., 1998 págs. 114-115.

  21. Juan Martínez Ruiz, «Poesía sefardí de carácter tradicional (Alcazarquivir)», Archivum, xiii, separata, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1963, págs. 124-125.

  22. Paul Bénichou, «Romances judeo-españoles de Marruecos», Revista de Filología Hispánica, vi, separata, Buenos Aires, Instituto de Filología, 1946, pág. 138.

  23. Samuel G. Armistead y Joseph H. Silverman (eds.), Romances judeo-españoles de Tánger recogidos por Zarita Nahón, con la colaboración de Oro Anahory Librowicz e Israel J. Katz, Madrid, Cátedra Seminario Menéndez Pidal, 1977, pág. 38.

  24. Manuel Alvar, Textos hispánicos dialectales: Antología histórica, Madrid, CSIC, 1960, págs. 763-764.

  25. Arcadio de Larrea Palacín, op. cit., Madrid, CSIC, 1952, i, págs. 88-89.

  26. Samuel G. Armistead y Joseph H. Silverman, op. cit., 1998 págs. 108-112.

  27. Arcadio de Larrea Palacín, op. cit., Madrid, CSIC, 1952, i, págs. 174-176.

  28. Susana Weich-Shahak, Romancero sefardí de Marruecos, Madrid, Alpuerto, 1998, págs. 41-42.